Mi futuro
Dice la gente que en la casa rosada de a dos cuadras, vive una hechicera
que adivina el futuro. Sólo con escribir, decir unas palabras y sonar
un cascabel puede llevarte hacia el.
Gritó mi nombre y con él la pregunta que le había hecho. Hizo sonar el cascabel y la hoja en donde aparecía mi futuro permaneció en blanco. Desaparecí.
Gritó mi nombre y con él la pregunta que le había hecho. Hizo sonar el cascabel y la hoja en donde aparecía mi futuro permaneció en blanco. Desaparecí.
Por Florencia Sánchez Salinas, Martina Dass y Aldana Vienni