Mi halcón
Ahí estaba yo, sentado, sintiendo cómo mis huesos sobresalen, pero yo sé que tengo mi halcón, que es mi protector y nunca me va a lastimar.
El niño murió luego de un par de horas y el halcón lo devoró.
El niño murió luego de un par de horas y el halcón lo devoró.
Por Milagros Gai y Valentina Ferrari